La Cuaresma

Comienza una gran batalla y a ti te invitan a participar...te proponen luchar en ella por un gran ideal...

Esta batalla es especial pues no se libra en campo abierto; ni las armas son rifles ni pistolas, ni hay trincheras. No hay sangre, ni hay bajas personales....es una batalla mucho más profunda, con un objetivo mucho más grande que el mero interés territorial o económico...esta guerra se libra dentro de ti, con un objetivo claro que es volver nuestro corazón enteramente a Jesús... Para ello, disponemos de unas armas sencillas en apariencia, pero exigentes: la oración, el ayuno y la penitencia.

Esta gran guerra comienza hoy, Miércoles de Ceniza y se juega en tu corazón. O mejor, tu corazón se la juega en estos cuarenta días: o con Cristo o sin Cristo. O tu corazón es para Cristo o es para otros dioses...

Como Cristianos, sabemos que la respuesta es sencilla: batallamos en el bando de Cristo y luchamos contra el mal, contra el demonio. Pero tenemos que prepararnos para que podamos vencer al llegar los albores de la Pascua.

Hoy es la primera batalla: HOY es día de AYUNO Y ABSTINENCIA. Traducimos: reducir el alimento, y en esa escasez de alimentos a ingerir, nada de carne (ni filetes, ni chacina....etc).

«¡Pues qué rollo! ¿No puedo abstenerme de otra cosa?» —dicen muchos— ; Pues, ya está el demonio ganando terreno...¿Dónde está tu corazón? ¿Qué es más fuerte, tu voluntad de tender hacia Dios o tu carne que tiende a ser mediocre? Si te pide el Señor por medio de su Iglesia este ofrecimiento...¿No lo vas a hacer? ¡Es Cristo quien lo pide! ¿Va a pasarte algo por comer hoy menos y por no comer carne? Repite hoy cada vez que te entren ganas de romper el ayuno: «por ti, Señor, por ti» y, al final del día sabrás que la primera batalla está ganada....

Buen comienzo de la Santa Cuaresma.

N.H.D. Gonzalo Fernández Copete.

Seminarista Archidiocesis de Sevilla.